Está a cargo de una empresa o un grupo de trabajo y no sabe si está haciendo las cosas bien? Acá le contamos lo que lo puede definir a usted ante sus colaboradores como un buen líder o un mal jefe.
Es que de esto no solamente depende cómo lo ven las personas que forman parte de su equipo de trabajo, también depende la productividad de la empresa que está a su cargo, y la reputación en el entorno laboral y empresarial, que aunque no lo crea es importante.
Justamente, el error de los malos jefes recae en la creencia tradicional de tener que imponerse sobre los demás, según comenta el consultor empresarial y 'coach' Juan Manuel Younes, por el contrario, el líder se pone al lado del equipo de trabajo, atento a apoyar en todo lo que sea necesario.
Si usted o su jefe es de las personas que da órdenes en lugar de enseñar con el ejemplo, replantéese lo que está haciendo. Este tipo de comportamientos en las personas a cargo de otros no es beneficioso para la empresa, el entorno laboral y mucho menos para los colaboradores.
Aunque suene sorprendente estas actitudes pueden llegar a desanimar al personal a cargo, volverlo mecánico, y hacer que este pierda la pasión por la consecución de objetivos, incluso en ámbitos personales.
Por el contrario, si sus colabores le piden consejo y buscan imitarlo de cualquier forma, siéntase a gusto, está haciendo muy bien su trabajo. Inspirar desconfianza y temor es cosa del pasado, Younes menciona que la vieja guardia perdió vigencia.
Precisamente, el líder busca soluciones y no culpables, esta es una característica bastante importante, ya que mientras que el mal jefe sanciona, castiga y reprende, el líder siquiera señala ni juzga, se limita a conversar con las diferentes personas para buscar solución a cualquier tropiezo. Se hace responsable y se apropia de los problemas sin entrar a señalar a los otros, porque finalmente es la cabeza de un equipo.
Younes recomienda que para ser visto de esta manera por los subalternos, la persona a cargo debe hacer y dejar ser a sus colaboradores, asumiendo la responsabilidad que esto conlleva.
Tenga en cuenta que un jefe corriente o un mal jefe llega a tiempo, el líder llega adelantado. Si la manera en que se siente satisfecho es tener personas a cargo que se limiten a obedecer sus órdenes y vive con temor de que le quiten su puesto, evalúese, algo está haciendo mal.Como líder mentalícese en formar personas como usted, sin temores, ni reproches, asegura Younes.
El experto recomienda analizar y plantearse diferentes escenarios, incluso invita a que tenga en cuenta que los que son ahora sus empleados en un futuro pueden ser sus jefes, y lo tratarán de la misma manera que usted les enseñó con el ejemplo.
NADIE NACE APRENDIDO
Para Younes, existen personas a las que se les facilitan más unas cosas que a otras, son aquellas que cuentan con inteligencia emocional y se comportan acorde a cada situación o rol que se les asigna en la vida.
Nadie nace aprendido, dice, de hecho, existen procesos de capacitación para aprender a ser un buen líder empresarial. Lo cual incluso puede impactar en otros factores de su cotidianidad.
Antes que nada debe mentalizarse en confiar en su trabajo y en el de los otros, olvide mezclar lo laboral con los problemas del día a día y recuerde que los que están a su lado también dan su mayor esfuerzo.
Younes aclara que este proceso de transición puede ser difícil ya que la mayoría de las personas son bastante tercas, y aceptar el error propio es mucho más complicado que culpar a los otros.
Lo primero que debe hacer es evaluarse, y tomar conciencia respecto a si la forma en que está haciendo las cosas es la correcta, de no ser así y su propósito es trascender, busque la manera de hacerlo, no tema en pedir ayuda. De lo contrario sea consciente de que usted es un jefe corriente y sus empleados lo pueden llegar a percibir como un mal líder. Tenga en cuenta que el liderazgo no depende de su cargo, depende de la manera en que se afrontan los retos, finaliza Younes.
Fuente: http://www.portafolio.co/tendencias/perfil-de-un-buen-jefe-y-un-mal-jefe-499636
Es que de esto no solamente depende cómo lo ven las personas que forman parte de su equipo de trabajo, también depende la productividad de la empresa que está a su cargo, y la reputación en el entorno laboral y empresarial, que aunque no lo crea es importante.
Justamente, el error de los malos jefes recae en la creencia tradicional de tener que imponerse sobre los demás, según comenta el consultor empresarial y 'coach' Juan Manuel Younes, por el contrario, el líder se pone al lado del equipo de trabajo, atento a apoyar en todo lo que sea necesario.
Si usted o su jefe es de las personas que da órdenes en lugar de enseñar con el ejemplo, replantéese lo que está haciendo. Este tipo de comportamientos en las personas a cargo de otros no es beneficioso para la empresa, el entorno laboral y mucho menos para los colaboradores.
Aunque suene sorprendente estas actitudes pueden llegar a desanimar al personal a cargo, volverlo mecánico, y hacer que este pierda la pasión por la consecución de objetivos, incluso en ámbitos personales.
Por el contrario, si sus colabores le piden consejo y buscan imitarlo de cualquier forma, siéntase a gusto, está haciendo muy bien su trabajo. Inspirar desconfianza y temor es cosa del pasado, Younes menciona que la vieja guardia perdió vigencia.
Precisamente, el líder busca soluciones y no culpables, esta es una característica bastante importante, ya que mientras que el mal jefe sanciona, castiga y reprende, el líder siquiera señala ni juzga, se limita a conversar con las diferentes personas para buscar solución a cualquier tropiezo. Se hace responsable y se apropia de los problemas sin entrar a señalar a los otros, porque finalmente es la cabeza de un equipo.
Younes recomienda que para ser visto de esta manera por los subalternos, la persona a cargo debe hacer y dejar ser a sus colaboradores, asumiendo la responsabilidad que esto conlleva.
Tenga en cuenta que un jefe corriente o un mal jefe llega a tiempo, el líder llega adelantado. Si la manera en que se siente satisfecho es tener personas a cargo que se limiten a obedecer sus órdenes y vive con temor de que le quiten su puesto, evalúese, algo está haciendo mal.Como líder mentalícese en formar personas como usted, sin temores, ni reproches, asegura Younes.
El experto recomienda analizar y plantearse diferentes escenarios, incluso invita a que tenga en cuenta que los que son ahora sus empleados en un futuro pueden ser sus jefes, y lo tratarán de la misma manera que usted les enseñó con el ejemplo.
NADIE NACE APRENDIDO
Para Younes, existen personas a las que se les facilitan más unas cosas que a otras, son aquellas que cuentan con inteligencia emocional y se comportan acorde a cada situación o rol que se les asigna en la vida.
Nadie nace aprendido, dice, de hecho, existen procesos de capacitación para aprender a ser un buen líder empresarial. Lo cual incluso puede impactar en otros factores de su cotidianidad.
Antes que nada debe mentalizarse en confiar en su trabajo y en el de los otros, olvide mezclar lo laboral con los problemas del día a día y recuerde que los que están a su lado también dan su mayor esfuerzo.
Younes aclara que este proceso de transición puede ser difícil ya que la mayoría de las personas son bastante tercas, y aceptar el error propio es mucho más complicado que culpar a los otros.
Lo primero que debe hacer es evaluarse, y tomar conciencia respecto a si la forma en que está haciendo las cosas es la correcta, de no ser así y su propósito es trascender, busque la manera de hacerlo, no tema en pedir ayuda. De lo contrario sea consciente de que usted es un jefe corriente y sus empleados lo pueden llegar a percibir como un mal líder. Tenga en cuenta que el liderazgo no depende de su cargo, depende de la manera en que se afrontan los retos, finaliza Younes.
Fuente: http://www.portafolio.co/tendencias/perfil-de-un-buen-jefe-y-un-mal-jefe-499636
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